La química cósmica muestra en un vaivén rítmico los sucesos lógicos pero inexplicables. Cada vez que un átomo se fusiona otro se fisiona naturalmente en un conglomerado de armonía física, todo suceso muestra un desencadenamiento inverso de capacidades ilimitadas. Un momento de perdición en el suceso temporal podría provocar la vida, el cual provocará invariablemente la muerte. Estos sucesos nunca se mostrarán contiguos pero son asimilados en una entropía cósmica formulada por enlaces espacio-temporales iguales en distancia y tiempo adyacente inversamente proporcional.
¿A que me refiero con esto? Pues es sencillo. Cada acción conlleva a una reacción en sentido opuesto, pero esto no es mostrado de manera fiable ni evidente. Es una sucesión de tiempo contraria, cada vez que una fracción avanza, al igual retrocede en otra dimensión incomprensible. Esto es claramente incomprobable ante nuestra la realidad pues es ilógico pero es inevitablemente probable pues el tiempo se mueve a la velocidad de la luz y ante todo movimiento hay un “desmovimiento”. Si algo avanza el otro retrocede, aunque en este caso es visible, no es referente a las capacidades inocuas de los humanos.
Pensemos en una dimensión paralela invertida, el tiempo no retrocede, también avanza, pero es totalmente contrario a lo cotidiano en nuestro universo, puesto que no es ególatra al humano. Esto quiere decir que cuando tu naces en este universo, en el otro no mueres, pues el tiempo no avanza después de ti (p.ej.: AC/DC… No el grupo ni el circuito eléctrico sino Antes de Cristo y Después de Cristo).
La creación del Anti-Yo, el Anti-Tú, el Anti-Todo, es tan sencillo como el negativo. Es formado por una causa inversa al todo conocido.
Cada minuto exaspera la creación y la destrucción, el Cosmos y el Caos. Pero, ¿qué es lo mal-vibrante de todo esto? Que no hay un límite, cada acción trae consigo millones de acciones en momentos y lugares totalmente separados. Y ¿quién es el motivador principal? Seguramente todos al unísono en una armonía entrópica multi-universal.
¿Mal-viajado?
Yo sí.
